GUARRO, GORRINO y GUARÍN, nombres populares del cerdo o del lechón, proceden de la onomatopeya GUARR-, GORR-, imitativa del gruñido del animal.

1.ª doc.: gorrín, Quevedo; gorrino, Aut.; guarro, Terr.; guarín, íd.

Según Aut. es «el puerco pequeño que aún no llega a los quatro meses», pero también se emplea para ‘cerdo’ en general (así gorrino en la Mancha, RABM 1875, 106). Cat. merid. gorrí ‘lechón’ (prov. de Tarragona y de Castellón), bearn. gourrî (Palay), Toulouse gourrî, gourroû íd. (Doujat-Visner). Guarro es también «cochinillo» según Terr., pero agrega que significa ‘cerdo’ en algunas partes; esto es lo más común (Acad. ya 1843), no sólo en Castilla la Nueva (RABM, l. c.), sino en otras partes, p. ej. en Salamanca (Lamano). En cuanto a guarín, es el ‘lechoncillo últimamente nacido’ (Terr., Acad. ya 1843); se emplea en Cespedosa (RFE XV, 165), lo he oído en Almería, etc.; en Albacete se aplica familiarmente al hijo más pequeño de una familia (RFE XXVII, 249). Hay todavía otras variantes: gurriato en Zamora (partido de Alcañices: RABM, l. c.), León y Salamanca, garrapo en Salamanca, guarrapo en las Sierras de Francia y de Béjar (Lamano), lo mismo y guarrapin(o) en Cespedosa (RFE XV, 280)1, cat. central garrí ‘lechón’, fr. goret íd., etc. Para más datos, vid. Krüger, VKR I, 270; Sainéan, Sources Indig. II, 32. Como suele suceder en nombres de esta clase, la onomatopeya se emplea también para llamar el animal en cuestión: p. ej. gurí-gurí en el Minho portugués (Leite de V., Opúsc. II, 220), gurri y curri en Galicia (Sarm. CaG. 127v).

Hay además, figuradamente: Toulouse gourrî «vagabond», s’engourrinî «avoir de mauvaises fréquentations», engourrinit «acoquiné», Tarn gourrî «vaurien», s’agourrinà «s’acoquiner, s’attacher trop, s’adonner trop» (Gary), cat. engorronir-se íd., bearn. gourrinà «gueuser, fainéanter», gourrinè «coureur, ribaud», engourrinà «rendre vicieux», prueban cuán amplia parte ha tenido nuestra onomatopeya en la formación de la familia castellana de gorrón (vid. GORRA); val. dit gorrinet ‘dedo meñique’ (M. Gadea, Tèrra del III, 28); maragato en guarrapas ‘en cueros (pajarillo recién nacido)’ (BRAE III, 44); cast. gorrón «espiga recia de metal, que encaxada en un agujero u hoyo, sirve para facilitar el movimiento de una máquina: como las que se ponen en las ruedas de molino y en las puertas de calle» (Aut., con cita de 1680)2, fr. med. gorron íd. (1645), comp. denominaciones del mismo objeto como Berry cochons, Lyon y Provenza cayons (‘lechones’), citadas por Sainéan (Sources Indig. I, 165) y fundadas según Rohlfs (ASNSL CXLVI, 128) en una comparación con el órgano sexual del cerdo3; otras acs. castellanas del mismo origen son gorrón ‘hombre vicioso’ [Góngora] (gorrona ‘ramera’, Moreto), ‘guijarro’ [Aut.], ‘chicharrón’.

En materia fonética la oposición entre guarro en el radical tónico y gorrino en el átono sugiere que aquél proceda de la diptongación histórica del radical onomatopéyico G֊RR-, y algo puede haber de esto, en efecto; pero como guarro es de Castilla y no de Aragón, para explicar la a (en lugar de la e que esperaríamos) deberemos acudir de todos modos al factor onomatopéyico, y como guarín nos muestra que el diptongo no está vinculado en nuestro caso a la posición tónica, y otras denominaciones romances como el cat. esgüellar ‘gruñir (el cerdo)’, manceau couisseter íd. (FEW II, 1600a), presentan también una inicial GW- o KW-, será preferible explicar guarro como mera variante en la base onomatopéyica. Para representantes de la misma familia en Francia, vid. GORRA.

DERIV.

Guarrero; guarrería. Gorronal. Para guarro como nombre de ave, y para sus derivados. V. BUHO.

1 Gurripato, dim. en -ATTUS «el último cerdo de una camada», palabra del castellano de Vizcaya que Azkue usa s. v. kaden § 2, kaien § 1, kain § 1, y quizá salga en otros pasajes suyos y otras fuentes vizcaínas o del Norte. También habla Schuchardt de ello en BhZRPh. VI.―

2 Comp. la definición de M. Velasco de Pando «espiga en que termina el extremo inferior de un árbol... para servirle de apoyo y facilitar su rotación», BRAE XI, 224-5.―

3 Cabría tomar otros puntos de partida semánticos. Comp., por otra parte, el cat. corró ‘rodillo, cilindro’, procedente del lat. CURRUS ‘carro’; y el aran. úȧ, gaúȧ, ‘cadera’, y su familia. En cuanto a couaro, couare, etc., que en Rouergue, Bearne y otras regiones occitanas significa «truand, gueux», etc., según Sainéan (Sources Indig. I, 357) vendría del argot ant. coësre ‘rey de los vagabundos’.